Estas son las mejores frases de El Principito
En el aniversario de la desaparición de su autor Antoine de Saint Exupery elegimos algunos pasajes de El Principito, la gran fábula infantil.
En El Principito, el autor afirma haber conocido al singular personaje que da título en el desierto del Sahara, después de sufrir un accidente de avión.
Según relata su historia el principito venía de un asteroide tan pequeño que bastaba con desplazar un poco la silla hacia atrás para ver continuamente la puesta de sol.
Un día brotó del suelo una rosa; el principito se enamoró de ella, pero no pudo soportar su orgullo y presunción, entonces abandonó el asteroide y emprendió un viaje que lo llevó a otros pequeños planetas.
En cada uno de ellos encontró viviendo un único personaje que encarna algún defecto humano: la vanidad, el egoísmo, la ambición.
Aquí algunas de la mejores y más recordadas frases de estos historia inolvidable.
- Lo esencial es invisible a los ojos.
- Viví mucho con personas mayores y las he conocido muy de cerca; pero esto no ha mejorado demasiado mi opinión sobre ellas.
- Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.
- Será necesario que soporte dos o tres orugas, si quiero conocer las mariposas…
- Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar —continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.
- Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.
- Bebo para olvidar que soy un borracho.
- Te miraré de reojo y tú no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos.
- No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo
- Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.
- Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó.
- Renunciar a todos tus sueños porque uno de ellos no se realizó.
- Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
- Él se enamoró de sus flores y no de sus raíces, y en otoño no supo qué hacer.
- A los mayores les gustan mucho las cifras.
- Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan cosas esenciales como: “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? o ¿Si le gusta o no coleccionar mariposas?” En cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle.
- ¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. ¡Ella perfumaba e iluminaba mi vida! ¡No debí haber huido! ¡No supe reconocer la ternura detrás sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Y… yo era demasiado joven para saber amarla.