Cultura

Consejos para fomentar la lectura

Las mejores actividades de animación a la lectura

Para despertar la curiosidad y desarrollar el interés por la lectura, debemos acercar los libros y su mundo desde edades tempranas, una práctica que ha de nacer primero en el seno familiar con el estímulo y el ejemplo de padres y madres, y más tarde en la escuela con la ayuda de los docentes.

Muchas veces no vale solo con presentar al niño una serie de títulos que llamen su atención e invitarles a la lectura. El gusto por ésta necesita educarse, como cualquier otra disciplina, y cuantas más opciones y estímulos positivos asociemos a la experiencia de leer, más fácil y productiva se volverá.

La lectura es una herramienta imprescindible para el desarrollo intelectual, social, cultural y personal de todo niño en el futuro, de ahí la importancia de desarrollar una serie de actividades paralelas al propio acto de leer, que motiven y atraigan cada vez más.

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A continuación, te presentamos actividades de fomento de la lectura, para realizar en horario específico o fuera de él, en las que tanto los padres, profesores y familias pueden participar:

Visitas a bibliotecas, museos, ferias y otros eventos en torno a la literatura infantil y juvenil. A los niños les encanta salir de la rutina y disfrutar de un rato de esparcimiento fuera de clase o de casa.

Enseñarles una biblioteca por dentro, mostrar el trabajo que se realiza allí y los tesoros que guarda, siempre es una buena forma de acercar la literatura y mostrarla como algo fundamental en la vida de cualquiera.

Tampoco hay que olvidar las ferias del libro que se organizan cada año en numerosas ciudades de nuestra geografía, casi siempre entre primavera y verano.
Ir al teatro o realizar ciclos de cine basado en obras literarias. El teatro acerca los clásicos de la literatura, además de reflejar los entresijos de la sociedad y del ser humano.

Llevar al niño a disfrutar de una función puede despertar en ellos no solo curiosidad por la historia que se desarrolla ante sus ojos, sino también por otros elementos relacionados con el arte.

Lo mismo sucede con el cine: poner en marcha un ciclo, tras elaborar un listado de películas adecuadas para cada rango de edad, . Además de películas adaptadas a partir de un texto literario, también puedes incluir filmes de otros temas en torno a valores éticos y humanos.

Crear un club de lectura. A partir de una serie de títulos, organizar reuniones grupales para poner en común impresiones, dudas e ideas de los más jóvenes tras su lectura.

Es una estupenda forma de compartir el placer de la lectura, desarrollar el pensamiento crítico y la imaginación, además de combatir la timidez y la vergüenza de hablar en público.

Encuentra ideas para organizar tu club de lectura. Cada participante puede tener su carné de lector/a en el que se apuntan las lecturas realizadas, mientras que los más pequeños también podrían crear un álbum de lectura en el que incluir dibujos, pegatinas, portadas…, de los títulos leídos. Por último, puedes premiar a los mejores lectores a final.

Realizar actividades para celebrar días especiales del calendario como el Día del Libro, de la Poesía, del Teatro, del Libro Infantil y Juvenil…

Saca partido a las bibliotecas y centros culturales con juegos, expresión plástica, concursos… Muchas veces las bibliotecas son un espacio desaprovechado al que solo se acude para retirar libros en préstamo.

Sin embargo, es el lugar óptimo para realizar muchas otras actividades como coloquios sobre géneros, títulos o autores; juegos literarios para familiarizarse con la lectura y el uso de la propia biblioteca; dar rienda suelta a la creatividad plástica del niño con la confección de carteles, cuentos a mano, marcapáginas, tarjetas, cómics, etc.

Crear una revista. Trabajar en equipo en torno a un tema común es una estupenda forma de implicación que, además de fomentar las habilidades de la lengua escrita, ayuda a desarrollar otros aspectos cognitivos y sociales de niños y niñas.

Los anima a buscar información, a ser responsables y a dar rienda suelta a su creatividad. Hoy día, con las posibilidades que ofrece Internet, no es difícil elaborar una revista o un periódico que incluya los libros y autores, así como reseñas, artículos y textos literarios de realización propia.

Organizar sesiones de cuentacuentos y de teatro de marionetas con otros padres de familia. Es otra manera de despertar la curiosidad entre los primeros lectores iniciados.

La narración oral de cuentos, adivinanzas, trabalenguas o poemas resulta de lo más provechoso al unir lo lúdico con aprendizaje. Y lo mismo sucede con las sesiones de teatro de títeres.

También existen en el mercado los audiocuentos, que puedes reproducir en tu vehículo o teléfono celular, mientras se trasladan de un lugar a otro. Y al terminar de escucharlo puedes realizar preguntas a tu hijo, cómo que entendió, cuál fue el mensaje del cuento, qué aprendió y finalizar dando vuelo a su imaginación invitándolo a que narre un final alterno de la historia.

Para concluir, te proponemos otra experiencia útil y divertida para realizar con tu grupo de niños o bien en familias. Organiza excursiones que sigan los pasos de un escritor y su obra, o de alguno de sus personajes más célebres.

Actividades de animación a la lectura, de Virginia Aragón.