Evita lesiones al hacer ejercicio
Cómo evitar lesiones al hacer ejercicio
Hacer gimnasia y ejercicios genera muchos beneficios, pero deben hacerse con responsabilidad y prestando atención a cada detalle, para así evitar lesiones y daños físicos.
Consejos para evitar lesiones al hacer deporte
Ya hemos aprendido sobre los beneficios de los ejercicios aeróbicos que puedes aprovechar para mejorar tu aspecto corporal, bajar de peso, tonificar tus músculos, mejorar tu postura y también para prolongar tu salud hoy y a futuro.
Sin embargo, hoy veremos un detalle no menor en lo que respecta a la práctica de deportes y ejercicios: prevenir las posibles lesiones.
El primer paso para evitar las lesiones es tener una buena predisposición para la práctica del deporte o del ejercicio en cuestión. Tener la mente despejada de problemas y concentrada en la actividad en manos es una buena manera de evitar errores y accidentes.
Ropa y calzado adecuado para evitar lesiones
También has de vestir con ropa adecuada, de fibras naturales o sintéticas (como lycras), ya sea holgada o ajustada, según el ejercicio a practicar. Si vas a hacer una rutina de gimnasio conviene ropa holgada (no demasiado) para procurar una buena sudoración y ventilación de la piel, mientras que si vas a trotar (por ejemplo) conviene usar ropa no ceñida, pero al cuerpo, para que el roce de la prenda no irrite tu piel.
También recuerda utilizar calzado adecuado. Esto, lejos de ser una cuestión de modas, es una medida preventiva de accidentes y lesiones, pues cada calzado deportivo ha sido diseñado para ciertas actividades.
Los distintos modelos evitan resbalones, permiten mayor o menor movilidad en pies y tobillos, evitan roces en zonas delicadas, ayudan a minimizar el impacto con el piso al contacto, y también pueden brindar fortaleza en zonas de peligro, como sucede con el calzado de básquet o de boxeo, que es mucho más alto que el de correr, por ejemplo, que requiere de mucha movilidad en el tobillo.
Entrar en calor para evitar lesiones
Es muy importante preparar el cuerpo para la práctica de ejercicios, y evitar tirones, dolores y contracturas innecesarias. Es bueno tomar una caminata (al aire libre o en la cinta) por unos 10 a 15 minutos, hacer ciclismo moderado, trotar, saltar abriendo y cerrando las piernas y los brazos, inclinarse o agacharse y levantarse, o siquiera movilizar las articulaciones y extremidades para precalentar las articulaciones.
El precalentamiento (como se denomina este paso) eleva la temperatura muscular y relaja los músculos, evitando así las tensiones y desgarros.
Estos mismos ejercicios pueden ser realizados al finalizar la práctica, disminuyendo la intensidad o el ritmo, para finalizar la sesión estirando los grandes músculos y dejando así al cuerpo relajado. No debes dejar de realizar la actividad de súbito, pues tus músculos se enfriarán sin estirarse y te provocarán dolores luego.
Finalmente, el consejo prioritario: nunca excedas los límites de tu cuerpo. Está bien esforzarse, pero siempre dentro de metas y límites que eviten lesiones. No se debe realizar más ejercicio del que el organismo soporta, de igual manera que no debes intentar levantar 100 kg para aumentar tu musculatura, pues sólo estarías sobre-exigiendo tu cuerpo provocándote daños.
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