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Marina de Tavira y su camino al Oscar

Marina de Tavira ya es parte de la historia del cine de México

Gracias a su nominación al Oscar 2019 por la película «Roma», Marina de Tavira ya es parte de la historia del cine de México. Su candidatura en la categoría Actriz de reparto la ha convertido en la cuarta mexicana nominada en este apartado, después de sus compatriotas Katy Jurado, Adriana Barraza y Lupita Nyong’o.

En «Roma», basada en los recuerdos de infancia del ganador del Oscar en 2014 por «Gravedad», la actriz de 44 años da vida a Sofía, la madre de una familia de clase media que enfrenta una crisis matrimonial. Aunque viene destacando actualmente en la pantalla grande, su carrera comenzó sobre las tablas.

SU VIDA EN EL TEATRO

Marina de Tavira (Ciudad de México, 1974) tuvo una formación académica teatral gracias al apoyo de su padre, Juan Pablo de Tavira, un respetado criminólogo, enamorado de las artes escénicas y dramaturgo aficionado.

Su tío, Luis de Tavira, un dramaturgo «shakesperiano» e importante figura del teatro mexicano, se convirtió en su gran maestro. De él aprendió a tener una estricta disciplina y con él tuvo sus primeras experiencias actorales.

A la audición de «Roma» asistió invitada por Luis Rosales, director de casting de la película de Netflix, quien 18 años antes la vio actuar en «Feliz nuevo siglo, Doktor Freud», de la dramaturga mexicana Sabina Berman.

«Fue su primera obra profesional. Ahí interpretaba al personaje central, la joven Dora, quien asistía a psicoanálisis con Freud, representado en ese montaje por el actor Ricardo Blume. ¡Marina estaba estupenda!», contó Berman.

El papel de Dora representó su primer desnudo, pero también un acto de rebeldía frente a la ideología conservadora de su abuelo materno, Lorenzo Servitje Sendra, dueño de la panificadora multinacional Bimbo.

UN PACO CON LA ACTUACIÓN

En noviembre de 2000, un día antes del estreno oficial de la obra, el padre de Marina, Juan Pablo de Tavira, que había sido director del penal de máxima seguridad de Almoloya y que sería nombrado fiscal de la nación por el entonces presidente Vicente Fox, fue asesinado de cuatro tiros.

«Yo estaba consternada por dos razones: la primera porque Juan Pablo fue mi compañero en la escuela de teatro y lo quería especialmente. Era un tipo guapísimo con un talento enorme, pero cuya familia lo presionó para renunciar al teatro», recordó Berman.

La segunda razón fue que ante el trágico asesinato del padre de la protagonista, la obra tendría que cancelarse porque «¿cómo Marina tendría el ánimo para dar funciones?».

«Llegué al teatro y la encontré vistiéndose en el camerino, lista para dar función. Me dejó sin habla», narró Berman. «La abracé y le expresé cuánto sentía el fallecimiento de su padre, y le dije que ese día había sellado un pacto con la actuación».

Con la seriedad y la ilusión de una joven de 21 años, la actriz le explicó que si su padre viviera «él estaría de acuerdo con este pacto».

«Bueno, esa mujer es Marina de Tavira», subrayó Berman.

Aunque su carrera se ha desarrollado principalmente en la escena teatral, Marina de Tavira ha participado en más de 20 obras, y en películas mexicanas como «La zona», «Amor, dolor y viceversa» y «Aquí no es Berlín», estrenada recientemente en el Festival de Sundance.

Entre viajes por el mundo, alfombras rojas y todos los reflectores que le ha generado su participación en «Roma», Marina de Tavira se prepara para regresar este año a su origen teatral con la obra «Tragaluz» bajo la dirección de su tío, Luis de Tavira.

«Creo fielmente que el arte puede transformar sociedades, quizá soy optimista, pero todavía lo creo», dice la actriz.

Con información del Comercio de Perú Foto: Especial Por Agencias