Cultura

Presentan libro “Migración” en el MACQ

Presentan “Migración» en el MACQ

Con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Estado, en el Museo de Arte Contemporáneo Querétaro se llevó a cabo la presentación del libro “Migración», de Santiago Robles, donde el autor propone una lectura abierta, plural, sobre los entornos actuales, partiendo de las tribus nahuas.

La publicación es un proyecto de largo alcance, concebido en 2014 y que concluye en el 2019 con una serie de muestra, actividades, y finalmente, con la publicación de una memoria física.

A decir del propio autor, Migración consiste en una reinterpretación dentro de nuestro contexto actual de cómo las tribus nahuas partieron de Aztlán para viajar durante más de doscientos años a través del territorio nacional en búsqueda del águila posada sobre un nopal.

El texto está basado en el Códice Boturini y genera una nueva serie gráfica realizada con materiales prehispánicos y contemporáneos.

La presentación en el Museo de Arte Contemporáneo Querétaro corrió a cargo de los historiadores y curadores de arte Natalia de la Rosa y Christian Gómez.

Migración, proyecto expositivo y de reflexión social de Santiago Robles, es una revisión histórica de la fundación de México: desde Tenochtitlán hasta las postrimerías del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, mezcla de mitología y economía, sincretismo entre lo propio y lo extraño, lo posible y lo inverosímil.

Migración no es sólo una crítica a la globalización impuesta desde Estados Unidos de América, sino a otras hegemonías que perpetuamos en la cotidianidad mediante la apropiación de signos, objetos y prácticas culturales, operación de re-significación en distintos niveles de nuestras identidades y en batallas simbólicas en las que casi siempre lo global resulta vencedor.

Por ejemplo, la pizza y la hamburguesa se han convertido en referentes gastronómicos de Estados Unidos y todo lo que representa, pero ya son “nuestros” también, ya nos los hemos apropiado y adaptado.

El año pasado, en la Guelaguetza –llamada la “máxima fiesta de los oaxaqueños” por otra clase de hegemonía cultural– celebrada en San Antonino Castillo Velasco, comunidad en los valles centrales de Oaxaca, la oferta gastronómica consistía principalmente en hot cakes, pizzas y hamburguesas.