Menos Mal que el festejo evoluciona
Menos Mal que el festejo evoluciona
Por Samuel Pérez Rios.
Menos Mal que el estado de Querétaro celebró como cada 15 de septiembre, el tradicional Grito de Independencia de México, con su protocolo, bomba y platillo, pero en esta ocasión llamó mucho la reducción de el uso de pirotecnia en los festejos una tradición arraigada y vinculada a los festejos patrios y religiosos en todo el territorio nacional.
En realidad este tipo de prácticas conlleva una serie de riesgos y problemas que en la actualidad restan más que resaltar los festejos, los constantes accidentes ocurridos por el mal uso de la pólvora, ya sea en la fabricación, almacenaje o en su aplicación, hacen de este oficio algo que debe de quedar en el pasado. Apenas algunos meses atrás se vivió la explosión de un polvorín en el municipio de Amealco de Bonfil con consecuencias lamentables. el festejo, el festejo, el festejo, el festejo, el festejo, el festejo
Sin contar las decenas de quemaduras que acontecen año con año por imprudencia de adultos y niños que de manera irresponsable hacen uso de la pirotecnia o simplemente por el desconocimiento de su uso correcto, pero resultando en un alto numero de acontecimientos lamentables.
La contaminación que deja el uso a gran escala como se realizaba anteriormente demostró ser un factor determinante para afectar drásticamente la calidad del aire, lo que va en contra de lo que se trabaja día con día en favor del medio ambiente en todo el planeta.
Decenas de mascotas sufren estrés por el ruido que causan los cuetes, recordando que los animales son más sensibles a los sonidos, llegando a matar a un buen numero de perros sobre todo de razas pequeñas que se alteran con mayor facilidad.
También se notó la nula venta de pirotecnia en las calles, lo que hizo que tampoco en fiestas particulares se diera este tipo de prácticas, logrando un festejo del Grito de la Independencia de México, augurando que desde el 2023 nos independizaremos también de los cuetes y festejaremos con luces led y laser como ocurrió en Plaza de Armas, donde aun que se utilizaron cuetes, la reducción en su uso fue notorio y comentado por los asistentes, quienes no extrañaron mucho la ausencia de cuetes.
Podría ser un excelente momento para que las autoridades, quienes ya dieron el primer paso y pusieron el ejemplo, regularan las celebraciones de los diversos templos del estado para reducir al máximo este tipo de actividades que en sus orígenes se utilizaban para llamar la atención de Dios en el cielo y que volteara a ver que en la tierra, sus fueles les aclamaban con devoción.
Los tiempos cambian y las costumbres deben de adecuarse a la nueva realidad que se vive en todo el planeta, por lo que estoy convencido de que en el futuro, los festejos deberían de seguir el ejemplo que Gobierno del Estado propuso y establecer nuevas formas de expresión y de devoción hacia este tipo de prácticas tradicionales, bonitas y vistosas, pero que ya quedaron fuera del contexto en la actualidad.
Menos Mal / Por: Samuel Pérez Rios.
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