Tips para ganarle a una mujer en una discusión
Cómo ganarle a una mujer en 10 mil sencillos pasos
Discutir con una mujer no es tarea sencilla, todos lo sabemos, hasta ellas también. Hemos elaborado una guía sencilla de cómo ganarle una discusión a una mujer (o al menos salir vivo) en algunos sencillos pasos.
Lee atentamente este manual que ha sido elaborado por los mejores expertos a nivel mundial y que puede salvarte la vida cuando estés en una de estas tormentas femeninas.
Las relaciones son de a dos. Ya sea en el amor y en el desamor, existe una parte y una contraparte. Eso es ley, pero dentro de la dinámica entre un hombre y una mujer, aparte de toda la pirotecnia que provocan los sentimientos y afectos involucrados, también -más veces de lo previsto- hay que lidiar con las facetas negativas, como los enojos y las discusiones.
Además de estar dispuesto a escuchar toda la historia de tu vida, tus errores y omisiones, ah, porque eso sí, qué buena memoria tienen las mujeres para acordarse a velocidad del rayo de toda tu vida a su lado.
Bueno, en el continuo afán de entregar las mejores herramientas a nuestros congéneres, para desarrollarse en plenitud en el torcido ámbito de las relaciones afectivas, es que compartimos con ustedes un pequeño manual, lo complementamos y especificamos, para poder sobrellevar con éxito esos difíciles momentos de desencuentro con las parejas:
Sólo si es necesario, llora: sólo en caso de emergencia y si la situación lo amerita, apela a su instinto maternal y protector. Si estás a punto de perder, unos cuantos lagrimones podrán ablandar su postura, sensibilizar su corazón y dejar todo atrás. Igual que cuando las madres perdonan alguna travesura.
Antes que nada, viene a bien, primeramente, evaluar el nivel de enojo, para ello, puedes basarte en la siguiente tabla:
Paso número 1.- No discutas con ellas, finge que ganaron o hazte el muerto hasta que se cansen y se vayan.
Si haces este paso, no tendrás que hacer los 9999 pasos restantes. Suerte.
Ya se ha dicho que a la mujer hay que amarla, no comprenderla, eso es lo primero que hay que comprender. La vida es tan misteriosa que nuestras manos no pueden alcanzar sus cimas.
Nuestros ojos no pueden observar sus misterios más profundos. Comprender cualquier expresión de la existencia, los hombres, las mujeres, los árboles, los pájaros, esa es función de la ciencia, no la de un místico.
Yo no soy científica. Para mí, la ciencia misma es un misterio y ahora los científicos han empezado a darse cuenta de ello.
Eréndira Córdoba