Pink sorprende en Rock in Rio 2019
La cantante estadounidense Pink sorprende en Rock in Rio 2019, dio un show de alto vuelo.
Después de una jornada en la que el metal fue el protagonista excluyente, coronada con una presentación antológica de Iron Maiden, el segundo sábado del Rock in Rio 2019 estuvo decididamente dedicado al pop, en diferentes formatos y con propuestas de distinto tenor, que fueron del pop de pura cepa de Pink al “funk carioca” de la local Anitta, pasando por el hip-pop de los Black Eyed Peas y las refinadas propuestas de Charlie Puth y H.E.R.
Encargada de cerrar la programación, la cantante estadounidense puso la vara bien arriba desde un principio, con Let the Party Started, y una exhibición de acrobacias a bordo de un arnés, que la separó del piso la mayor parte del tema. Enseguida, farolitos casi tangueros pero pintados de rosa, sillones giratorios, y ella que canta Beautiful Trauma, va y viene, se arrodilla y se para, y que termina de asentar su voz en Just Like a Pill.
“Hello”, grita, y de este lado la respuesta es inmediata, en forma de alaridos. Como con Maiden ayer, resulta difícil encontrar un pasillo por el cual desplazarse entre el público; sólo que hoy quienes forman esa especie de marea humana promedian un par de décadas menos que quienes lo hacían ayer.
El set es extenso, está dividido en varios “capítulos”, y el segundo se torna algo más “rockero”. Mientras transcurren Hustle, Secrets y Try, Pink enreda en el aire sus piernas con las de su partenaire, expone su destreza física -y la vocal también- entre personajes de una película imaginaria. Porque hay bastante de eso en el set de la cantante.
Como si fuera una secuencia de pequeños episodios, va encadenando pequeñas historias, hasta que un fragmento de We Are the Champions la interrumpe, para que PInk se vuelva más terrenal, conecte cara a cara a cara con sus fans, bendiga el pedido de matrimonio que un chico le hace a su chico, para que ponga la cuestión del respeto por la diversitad en el centro de la escena, reciba algunos regalos, cuente anécdotas de sus hijos… Y también para que presente a todos y cada uno de quienes la acompañan en escena, algo que la mayoría de los «solistas» parece creer innecesario.
En ese marco, se suceden Walk Me Home, I Am Here, Fuckin’ Perfect y Raise Your Glass, camino a un final que tiene reservado una exhibición de vuelo libre que durante So What la lleva a Pink recorrer todo el predio por el aire, ante miles y miles y más miles de miradas atónitas, mientras la banda redondea un trabajo fantástico, con los pies sobre la tierra.