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Bebés y perros, la mejor combinación

Muchos bebés y perros conviven e interactúan desde edades tempranas, creando momentos con gran diversión.

Si a tu perro le encantan los niños y está bien entrenado para portarse adecuadamente en su presencia, puedes permitir que bebés y perros interactúen a una edad temprana.

Realmente depende de la tolerancia que tenga tu perro con los niños, dice Nikole Gipps, experta en conducta animal, que vive en Concord, California. Muchos bebés se interesan en acariciar perros a la temprana edad de 6 meses. No pasa nada, mientras que a tu perro le guste ese tipo de atención y mientras estés pendiente de tu bebé en todo momento.

Tu hijo no estará preparado para “jugar” en serio, por ejemplo lanzando una pelota, dando órdenes o persiguiendo al perro hasta que tenga más edad. Muestra a tu hijo cómo es el protocolo para jugar con un perro en cuanto muestre interés por este animal.

Esto significa mostrarle que no se le puede tirar de las orejas ni del rabo, no se le puede pegar ni hacer burla, y hay que dejar tranquilos a los perros cuando estén comiendo, durmiendo, enfermos o royendo un hueso.

Enseña a tu hijo a bajar la voz cuando juegue con el perro y a evitar movimientos repentinos. Antes de acercarse a un animal desconocido, enseña a tu hijo que debe preguntar al dueño del animal si el perro es amigable y si puede acariciarlo.

Una vez le han dado permiso para acariciar a un perro, primero debe ofrecer su puño cerrado para que el perro lo olisquee, a modo de introducción. Esto protegerá sus deditos en el caso de que el perro intente morderlo.

Algunos padres se preocupan de que los perros pasen gérmenes a sus bebés cuando los lamen o babean. Es cierto que la boca de los perros puede albergar bacterias, sobre todo si han estado royendo objetos poco sanitarios. Sin embargo, los gérmenes tienden a ser específicos de una especie, lo cual quiere decir que los gérmenes del perro no es probable que hagan que tu hijo enferme.

Agencias foto archivo agencias