Cerveza sin alcohol: estos son los riesgos para tu salud
¿Qué tan saludable resulta consumir cerveza sin alcohol?
En los últimos años, la cerveza sin alcohol se ha popularizado como la opción “saludable” para quienes buscan disfrutar del sabor tradicional pero evitando los efectos del etanol.
Es una bebida especialmente atractiva para conductores designados, personas en tratamiento médico o quienes prefieren reducir su ingesta de alcohol por motivos personales o religiosos. Sin embargo, no todo es tan sano como parece, al menos así lo demostró un reciente estudio publicado en la revista Nutrients, que advierte que beberlo de forma cotidiana puede provocar alteraciones en la salud metabólica.
¿Qué hallaron los científicos?
El ensayo clínico controlado se realizó con 44 hombres jóvenes y sanos durante un mes. Los participantes bebieron cerveza sin alcohol a diario, mientras los investigadores hacían análisis frecuentes de sangre para monitorear indicadores metabólicos.
Los resultados fueron claros:
Aumento en niveles de glucosa e insulina en sangre, señal de hiperinsulinemia.
Elevación de triglicéridos y colesterol LDL, conocidos factores de riesgo cardiovascular.
Es decir, la hiperinsulinemia sostenida podría derivar en diabetes tipo 2, mientras que el alza de triglicéridos y colesterol “malo” se asocia con enfermedades del corazón y vasos sanguíneos.
“Aunque se perciben como saludables, las cervezas sin alcohol pueden tener efectos metabólicos negativos si se consumen en exceso”, explican los autores del estudio.
¿Todas las cervezas sin alcohol son iguales?
Otro hallazgo importante del estudio es que no todas las cervezas sin alcohol son igual de problemáticas.
Las cervezas de trigo y las “mixtas” aromatizadas (limón, naranja y otros sabores) mostraron mayor impacto negativo.
Por el contrario, las pilsner sin alcohol tuvieron efectos metabólicos menores.
El secreto está en los ingredientes: las variantes más azucaradas o con edulcorantes añadidos presentan una mayor carga glucémica, lo que estimula la producción de insulina y puede generar desbalances en el metabolismo si se consumen regularmente.
¿Por qué se venden como saludables si tienen estos riesgos?
El atractivo de la cerveza sin alcohol se basa en la eliminación del etanol, el compuesto responsable de la intoxicación alcohólica, accidentes de tránsito, daños hepáticos y otras consecuencias graves para la salud.
Sin embargo, la industria ha compensado la pérdida de alcohol con azúcares añadidos y edulcorantes para mantener el sabor, sobre todo en las versiones saborizadas.
En México, marcas comerciales han expandido su oferta para atraer a consumidores jóvenes o preocupados por la salud. Pero muchas veces, la etiqueta “sin alcohol” genera la falsa percepción de que puede tomarse sin límite.
La recomendación de los expertos
El estudio no sugiere eliminar por completo la cerveza sin alcohol, sino moderar su consumo y elegir cuidadosamente la marca y tipo.
Especialistas en salud metabólica coinciden en que:
Es preferible optar por variedades bajas en azúcares añadidos.
Leer las etiquetas nutricionales ayuda a tomar decisiones más informadas.
Su consumo ocasional es menos riesgoso que hacerlo a diario o en grandes cantidades.
Además, organizaciones médicas advierten que las personas con prediabetes o antecedentes familiares de diabetes deben ser especialmente cuidadosas, ya que la carga glucémica elevada puede empeorar su situación.