Querétaro

Juan Aranda deja en silencio el «Pasillo Político»

El día de hoy lamentablemente el Pasillo Político de Juan Aranda, ha quedado vacío.

Es una pena informar a la comunidad política del estado a los compañeros periodistas y a la sociedad en general, el fallecimiento de nuestro compañero periodista Juan Aranda Martínez, mejor conocido como Juan Charandas, quien nos deja el día de hoy por complicaciones médicas tras ser diagnosticado positivo con covid-19 el pasado 6 de enero.

Falleció en el Hospital General de Querétaro tras dos semanas de permanecer intubado y presentar diversas complicaciones cardiacas, pero fueron sus pulmones los que al final lo complicaron todo, debido al cigarro, uno de sus placeres terrenales como el declaraba, no pudo superar el virus del covid.

Le sobreviven su esposa Graciela Gonzalez Camacho y sus hijos ya mayores a quienes les brindamos un abrazo y nuestras sinceras condolencias, deseando pronta resignación.

Juan nació en México Distrito Federal el 6 de junio de 1951, este año cumpliría setenta años y pensaba festejarlo en grande, escandalosamente, tal como era el.

Inició en el ámbito periodístico hace algunos años formó parte del semanario Metropolitano y el periódico Express, del cual llegó a ser jefe de información, decidiendo independizarse en 2015 para fundar Red Informativa 7, medio que a lo largo de los años posicionó con su toque especial.

Su columna, «Pasillo Político», se convirtió en un punto de enfoque agudo de la vida política del estado de Querétaro, siempre buscando tela de donde cortar.

Su máximo éxito fue su loca idea de hacer convenio con una cafetería de Plaza de Armas, aquí en la capital, desde donde transmitía en redes su programa, por la ubicación le daba acceso a todos los personajes que desfilaban por el lugar, logrando, con sus preguntas incómodas, sacar la nota oculta entre líneas, por lo que muchos «personajes» le daban la vuelta.

Aliado de Julio Guerrero Gallegos quien siempre lo apoyó hasta el último momento, procurando a pesar de sus diferencias, que no le faltaran herramientas o lo que hiciera falta para trabajar.

A la vieja usanza, siempre de saco y corbata, con un cigarrillo en una mano y su laptop en la otra, corriendo de un lado a otro como si el tiempo apremiara.

Controvertido, extrovertido, escandaloso, seguido por muchos, criticado por otros, Charandas deja un espacio que forjó a lo largo de los años en el periodismo queretano.

Bueno para la cocina pues de joven laboró en restaurantes y desde luego que se van a extrañar esos chamorros que tan bien preparaba.

Creo que no hay periodista que halla discutido con Juan por cualquier situación en Plaza de Armas, por eso lo extrañaremos, por latoso, pero buen compañero y amigo.

Descanse en Paz un hombre que siempre hizo lo que quiso, a su manera y con su estilo.

En memoria de nuestro compañero Juan Aranda Martínez. Q.D.E.P.