Lo que debes saber de la trombosis
Emite SESA recomendaciones para prevenir la trombosis
La Secretaría de Salud del Estado de Querétaro (SESA), informa que la trombosis es un padecimiento multigénico y un problema de salud pública en México y a nivel mundial, por ello es importante generar conciencia sobre sus causas, factores de riesgo, signos y síntomas.
La trombosis es la formación de un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo. El vaso puede ser cualquier vena o arteria como, por ejemplo, en una trombosis venosa profunda (venosa) o una arteria coronaria (arterial). El coágulo en sí se denomina trombo.
Una vez formado, el coágulo puede obstruir el flujo sanguíneo normal e incluso desprenderse y viajar a un órgano. Un coágulo que se desplaza por la circulación se denomina embolia. La trombosis, a menudo prevenible, es la patología subyacente del infarto de miocardio, el ictus tromboembólico y la tromboembolia venosa (TEV), las tres principales enfermedades cardiovasculares que causan la muerte.
La trombosis venosa profunda afecta sobre todo a las piernas, la zona pélvica y los brazos, suele ser asintomática y pasar desapercibida; un 50 por ciento de las personas no notan ningún síntoma.
Cuando sí se presentan síntomas, los más habituales son: dolor y molestias, de forma frecuente en las pantorrillas; hinchazón, que puede afectar a los pies y los tobillos; enrojecimiento o decoloración y calor en el área afectada. Para más información acudir al Centro de Salud.
Ante ello, la Secretaría de Salud del estado de Querétaro emite las siguientes recomendaciones para evitar trombosis:
Mantener un peso saludable y evitar estilos de vida sedentarios. La actividad física es un hábito saludable que ayuda a mantener un peso estable y tiene beneficios sobre el sistema cardiovascular y circulatorio.
Las actividades aérobicas de bajo impacto, como las caminatas o nadar resultan beneficiosa para el adecuado flujo sanguíneo. Dedicarle por lo menos 30 minutos al día a la actividad física servirá para evitar la formación de trombos.
Si una persona debe permanecer inmóvil durante periodos de tiempo prolongados, por ejemplo, tras una cirugía, enfermedad o lesión, es importante que comience a moverse de nuevo lo antes posible de acuerdo a la indicación médica.
Los ejercicios como levantar y bajar los talones manteniendo los dedos de los pies en el suelo y viceversa, o contraer y relajar los músculos de las piernas son beneficiosos.
Si es necesario permanecer sentado durante periodos de tiempo prolongados, es esencial levantarse y caminar cada dos o tres horas para ejercitar las piernas, además de vestir prendas holgadas.
Dejar de fumar: los efectos nocivos del cigarrillo impactan de forma directa el sistema respiratorio y acarrea consecuencias graves en órganos vitales para la salud como el corazón, ya que sus tóxicos químicos se van acumulando en el torrente sanguíneo, reduciendo el oxígeno.
Alimentación: el consumo de alimentos ricos en vitamina C aumenta la producción de colágeno y elastina, las cuales son sustancias que ayudan a mantener la elasticidad de las paredes venosas. La vitamina E es antioxidante y evita la oxidación de colesterol, lo que previene la coagulación.