¿Los niños de hoy son más inteligentes?
You tube. Es muy común escuchar en la actualidad, comentarios asegurando que los niños de hoy son más inteligentes
Video.- En relación a comparativos en la capacidad de memoria y resolución de retos intelectuales, ¿será que los niños y niñas de este tiempo, comparándolos con los de generaciones pasadas, son más inteligentes?.
Los comentarios se hacen partiendo sobre todo de la innegable facilidad con la que los infantes y adolescentes contemporáneos se entienden con los dispositivos y equipos que la tecnología ha puesto a nuestra disposición.
Se trata de pequeñas personas que saben usar las tabletas, los celulares, las cámaras digitales y los computadores; que saben navegar y encontrar su camino en Internet; que conocen los trucos y atajos en los juegos de vídeo de su predilección; y que comprenden con mayor facilidad la nueva cultura digital que nos rodea en muchas situaciones cotidianas, de trabajo y de entretenimiento.
Todo esto sin haber asistido a ninguna clase o seminario, ni haber leído ningún manual previamente y en muchas ocasiones, sin siquiera saber hablar inglés, como ocurre en el siguiente video: Mama me firmas este reporte de la escuela.
La percepción generalizada de que esta generación tiene más habilidades que las anteriores es legítima, pues todos admiramos a las personas que realizan con visible facilidad las tareas que a nosotros mismos nos resultan difíciles.
De hecho, si asumimos una definición propia de talento como “hacer ver que algo es fácil”, independiente de si en realidad lo es o no, podríamos pensar que los jóvenes de hoy tienen talentos innatos especiales para operar y sacar provecho de los equipos electrónicos y digitales.
Una cuestión de escenarios
Para evaluar este tema, hay un fenómeno que no debemos dejar de lado y que incide en la facilidad con que los niños y niñas “dominan” la tecnología.
Los dispositivos, diseños y aparatos que continúan apareciendo en el mercado son cada vez más accesibles para la mayoría de personas, desde distintos aspectos: facilidad de uso, costo, fiabilidad, calidad, estándares y facilidad de comprensión.
Si se toma en consideración este hecho, y recordamos cómo las generaciones pasadas supieron en relativo corto tiempo cómo manejar un automóvil, cómo operar un teléfono y un fax, así como sacarle provecho al control remoto, la máquina de escribir y otros adelantos de su respectiva época, podemos acercarnos a la conclusión de que se trata más bien del escenario en el que nos toca vivir a cada uno cuando somos niños lo que hace posible que desarrollemos unas u otras habilidades.