¿Sabes qué sucede cuando nos enojamos?
¿Eres del grupo de los que nos enojamos fácilmente? ¡Cuidado!
Mira qué pasa en el cuerpo cuando nos enojamos, pues aunque es una emoción natural que actúa como defensa, cuando lo experimentas de manera constante, comienza a dañar tu salud.
¿Qué pasa en tu cuerpo cuando te enojas?
El cerebro es el primero en detectar y procesar cualquier tensión. Millones de fibras nerviosas preparan al cuerpo ante cualquier peligro y liberan en el torrente sanguíneo sustancias químicas (adrenalina, noradrenalina y cortisol) que inyectan energía por unos minutos hasta elevar la presión sanguínea, el ritmo cardiaco y la respiración.
El estrés que se vive durante el enojo daña las neuronas, lo que afecta los mecanismos de atención y la memoria.
La frecuencia cardiaca promedio de 80 latidos por minuto puede elevarse a 180 en un momento de furia, pues el cuerpo se pone en estado de alerta y, por lo tanto, demanda más sangre. Por ello, una persona que se disgusta constantemente tiene mayor riesgo de enfermedad cardiaca. Cuida tu corazón.
La ira demanda mayor oxígeno y en consecuencia acelera la respiración. Por ello, las personas que experimentan enojo frecuente afectan su capacidad pulmonar y están expuestos a más problemas respiratorios, pues las hormonas del estrés pueden causar inflamación de las vías aéreas, revela un estudio de la Universidad de Harvard.
La tensión provoca que se contraigan y crece el número de células grasas en ellas, lo que incrementa el colesterol malo. Los cambios metabólicos que produce favorecen que ciertas sustancias se adhieran a sus paredes y, con el paso de los años, llegan a cerrarlas.
El desbalance hormonal cuando nos enojamos retarda el metabolismo y se producen demasiados ácidos gástricos, lo que llega a provocar úlcera o reflujo. También se incrementa el hambre.
Cuando te enojas la presión sanguínea puede incrementarse de 120/80 a 220/130, lo que eleva el riesgo de ataque al corazón o derrame cerebral.
¿Cómo manejarlo?
La próxima vez que el enojo te invada recuerda e intenta estas medidas para que no pierdas el control en el momento:
- Piensa que la situación es temporal.
- Controla la tensión muscular.
- Detecta pensamientos.
- Deja ir lo que está fuera de tu control.
- Recuerda cosas positivas.
- Ríete.
- Escucha música agradable.
- Practica ejercicio constantemente.
Acude con un especialista si tu enojo está acumulado por experiencias negativas pasadas.
Reprimir el enojo no es la mejor opción, pues más tarde puedes descargarlo con actitudes negativas y contra otras personas, además que dejarlo dentro de ti puede causar hipertensión o depresión.
Fuente: The effects of anger on the brain and body foto Fuente informática