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Se prevén nuevos récords de temperatura en el mundo

 

Expertos prevén nuevos récords de temperatura en el mundo

En los próximos años se espera que, en general, se rompan récords de temperatura en el mundo porque algunos de los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global tienen una vida media muy elevada en la atmósfera, advirtió Paulina Ordóñez, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA).

Habrá también mayor cantidad de eventos extremos. Más olas de calor, sequía en unos sitios e inundaciones en otros, incendios forestales, y los ciclones y huracanes que toman su energía del calor del océano –que igualmente es cada vez más elevada– serían más intensos.

“Y ya lo estamos viendo, ya está ocurriendo, como la ola de calor de California del mes pasado o las elevadas temperaturas en Europa, Siberia y algunas partes del hemisferio sur.”

Septiembre indica tendencia creciente y anómala
La científica recordó que el pasado septiembre fue el más cálido desde que hay registros; es decir, desde la era preindustrial, hace 140 años. Pero no sólo eso, sino que en los últimos años hubo septiembres por encima de la media.

Llevamos alrededor de 40 años por arriba, nunca por debajo, “y curiosamente en septiembre cada vez hay temperaturas más y más altas, y cada año se rompe el récord del año anterior. Este 2020 ha vuelto a pasar. Esa es la tendencia creciente y es lo anómalo”, alertó.

Lo natural sería, prosiguió, la existencia de fluctuaciones, años más cálidos o fríos, por encima o debajo de la media, “pero en este caso se van superando récords y en las últimas décadas las temperaturas son cada vez más elevadas”.

La especialista expuso que la situación anterior tiene que ver con el calentamiento global de la Tierra; no hay duda. Aunado a esto, también influyen las oscilaciones o variabilidad natural del sistema climático.

En ese sentido, Paulina Ordóñez explicó que hay un fenómeno denominado oscilación multidecadal del Atlántico, por el cual las temperaturas oceánicas siguen un ciclo de una duración total de 70 años; a lo largo del periodo hay un máximo y un mínimo de temperatura en el mar.

“Ahora mismo está en su fase cálida y eso también repercute; se ha demostrado que esa oscilación contribuye a que el verano sea más largo, que empiece antes y termine después. Eso influye en que haga más calor de lo normal”, precisó.

Eso ocurre a pesar de que también se registra La Niña, es decir, la fase fría del fenómeno El Niño –Oscilación del Sur o ENSO–, que normalmente tiene que ver en que haya temperaturas menos elevadas en el año en que se presenta.

De esta manera, puede esperarse que este año sea más caluroso que 2019, y si no, 2021; y así sucesivamente.

Y agregó Paulina Ordóñez: “Aunque dejáramos de emitir drásticamente contaminantes a la atmósfera, ahí siguen los que hemos arrojado durante décadas; tendríamos que esperar a que se eliminen”.

Este año, los contaminantes disminuyeron por la pandemia sanitaria, pero se trata de una interrupción puntal de las emisiones. Se estima que en primavera, cuando la mayoría de los países estaban confinados, se emitió 20 por ciento menos de CO2 a escala global, y se calcula que al final del año será de aproximadamente conforme a los récords, de siete por ciento menos, en total.

Sin embargo, aunque las emisiones de primavera fueron más bajas, las concentraciones de verano tuvieron índices más elevados que en el mismo lapso del año anterior, aclaró Ordóñez.

Para la experta, el confinamiento no es una solución. La salida para este problema mundial es que la economía no se base en la quema de combustibles fósiles.

La sociedad tiene un papel esencial en resolver el problema. “Podemos elegir tratar de ser más responsables en nuestro consumo y modo de vida; usar transporte público, generar pocos residuos y separarlos, apagar las luces que no usamos, y en lugar de la calefacción ponernos o quitarnos un abrigo. Tenemos que tomar conciencia”.

UNAM Laura Romero foto agencias