Cultura

Cleopatra, una belleza de fantasía

 

Cleopatra ascendió al trono a los 17 años y murió a los 39.

Hija, madre y hermana de reyes, Cleopatra fue la última reina de su dinastía, la ptolemaica, y con su muerte se cerró el periodo helenístico de Egipto.

Cleopatra, cuyo nombre significa «gloria de su padre», nació durante el invierno del 69 al 68 a.C. en la capital de Egipto, Alejandría. Su padre fue Ptolomeo XII y su madre probablemente fue Cleopatra VI, aunque otras fuentes aseguran que era hija de una egipcia de clase alta.

Cuando ascendió al trono de Egipto, a los 18 años, Cleopatra ya había desarrollado un atractivo irresistible, fruto de una intensa educación y de su presunta belleza.

Poco más se conoce acerca de los primeros años de la vida de Cleopatra. Su figura está irremediablemente ligada a los últimos años de la historia de Egipto, un período que supuso la decadencia de una larga estirpe: la de los Ptolomeos.

Desde su adolescencia, Cleopatra causó sensación por su cultura y su atractivo personal. Con esas armas sedujo a Julio César, que a su llegada a Egipto la repuso en el trono.

Plutarco, el biógrafo griego de Marco Antonio, afirmó que no era su aspecto físico lo que resultaba tan atractivo de ella, sino su conversación y su inteligencia.

Cleopatra tenía el control de su propia imagen y la adaptó según sus necesidades políticas. Por ejemplo, en eventos ceremoniales aparecería vestida como la diosa Isis (era común que los gobernantes egipcios se identificaran con una deidad).

En las monedas acuñadas en Egipto, mientras tanto, eligió mostrarse con la mandíbula fuerte de su padre, para enfatizar su derecho heredado a gobernar.

Las esculturas tampoco nos dan muchas pistas sobre su aspecto: hay dos o tres cabezas en el estilo clásico y varias estatuas de cuerpo entero en estilo egipcio, pero en todas se la ve bastante diferente.

Es una de las figuras más recordadas del Antiguo Egipto, y pese a ello apenas nos han llegado representaciones fiables de su rostro.

Fue la primera de su dinastía en conocer el idioma egipcio pese a su educación puramente griega. Los historiadores antiguos hablan más de su atractivo que de su belleza, pero sea como fuere lo cierto es que supo conquistar el corazón de hombres tan poderosos como Julio César o Marco Antonio, con los que tuvo uno y tres hijos respectivamente.

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Cleopatra se hizo aliada de Julio César, quien la ayudó a establecerse en el trono.

Lo invitó a hacer un viaje por el Nilo y cuando posteriormente dio a luz a un hijo, llamó al bebé Cesarión o «pequeño César».

Cleopatra invitó a Julio César a hacer un viaje por el Nilo. Luego, tuvo a su hijo Cesarión o «pequeño César».

En Roma esto causó un escándalo. En primer lugar, porque Egipto y su cultura hedonista eran despreciados como decadentes. Pero también porque César no tenía otros hijos varones (aunque estaba casado con Calpurnia, y había tenido dos esposas antes que ella).

César acababa de convertirse en el hombre más poderoso de Roma y si bien la tradición era que la elite romana compartía el poder, él parecía querer ser el supremo, como un monarca.

Esto resultaba doblemente insoportable para los romanos porque significaba que Cesarión, un egipcio, podría eventualmente querer gobernar a Roma como el heredero de César.

Además de su hijo mayor, Cesarión, Cleopatra tuvo tres hijos más con Marco Antonio: los mellizos Cleopatra Selene y Alejandro Helios y el más pequeño de todos, Ptolomeo Filadelfo.

El nombre de Cleopatra era griego, pero eso no significa que ella lo fuera

La familia de Cleopatra era descendiente del general macedonio Ptolomeo, que había obtenido Egipto en el reparto después de la muerte de Alejandro. Pero pasaron 250 años antes de que naciera Cleopatra -es decir, 12 generaciones, con todos sus enredos amorosos-.

La población de Egipto incluía a personas de diferentes etnias y naturalmente eso incluía a los africanos, ya que Egipto es parte de África. Así que no es del todo improbable que mucho antes de que Cleopatra naciera, su herencia griega se hubiera mezclado con otras.

Hablaba 16 idiomas. Cleopatra conocía el lenguaje del antiguo Egipto y había aprendido a leer jeroglíficos, un caso único en su dinastía. Aparte de esto, conocía el griego y los idiomas de los partos, hebreos, medos, trogloditas, sirios, etíopes y árabes.

Con estos conocimientos, cualquier libro del mundo se encontraba abierto para ella. Además de idiomas, estudió geografía, historia, astronomía, diplomacia internacional, matemáticas, alquimia, medicina, zoología, economía y otras disciplinas. Intentó acceder a todo el saber de su época.

Cleopatra pasaba mucho tiempo en una especie de antiguo laboratorio. Escribió algunas obras relacionadas con hierbas y cosméticos. Desgraciadamente, todos sus libros quedaron destruidos en el incendio de la gran Biblioteca de Alejandría del año 391 d. C. El famoso físico Galeno estudió su obra, y fue capaz de transcribir algunas de las recetas ideadas por Cleopatra.

Uno de estos remedios que Galeno también recomendó a sus pacientes era una crema especial que podía ayudar a los hombres calvos a recuperar su pelo. Los libros de Cleopatra también incluían trucos de belleza, pero ninguno de ellos ha llegado hasta nosotros.

La reina de Egipto estaba asimismo interesada en la curación mediante las hierbas, y gracias a sus conocimientos de idiomas tenía acceso a numerosos papiros que se encuentran perdidos a día de hoy. Su influencia en las ciencias y la medicina era bien conocida en los primeros siglos del cristianismo.

Cleopatra
Un busto de Cleopatra, de 40 a.C., una de las tantas imágenes diferentes que sobrevivieron de la famosa reina de Egipto.

Tras la muerte de Alejandro Magno, sus generales se repartieron el inmenso imperio que él había reunido. Ptolomeo Lagos adquirió el territorio de Egipto, nombrándose faraón e iniciando la dinastía lágida, época que se conoce con el nombre de ptolemaica. Sus sucesores gobernaron Egipto concediendo poca atención a la milenaria cultura faraónica, mientras Roma dominaba el Mediterráneo.

El emperador Augusto fundó su reinado sobre la base de la derrota a Cleopatra. Cuando tuvo la oportunidad de que se nombrara un mes en su honor, en lugar de elegir septiembre, cuando nació, optó por el octavo mes, en el que murió Cleopatra, para que todos los años se recordara su derrota.

A Augusto le hubiera gustado exhibir a Cleopatra como cautiva por toda Roma, como lo hicieron otros generales con sus prisioneros para celebrar sus victorias. Pero ella se suicidó justamente para evitar eso.

Cleopatra no murió por amor, como creen muchos. Al igual que Marco Antonio, que se suicidó porque ya no había un lugar de honor para él en el mundo, ella eligió morir en lugar de sufrir la violencia de ser mostrada y avergonzada por las calles de Roma.

Augusto tuvo que conformarse con utilizar una imagen de ella para su celebración.

La ubicación de su sepulcro también sigue siendo un misterio. Cleopatra fue muy querida por su pueblo, entre otras cosas por su amor por la historia y la cultura de su país.

Agencias