Ir o no a votar por “botarlo”
No es fácil destruir un país en sólo 3 años. Ir o no a votar por “botarlo”. La Carreta por Eréndira Córdoba
Si eres detractor del gobierno que ha llevado el presidente López Obrador, exprésalo cruzando la respuesta “que se le revoque el mandato por pérdida de confianza”; aunque tus razones sean distintas a la confianza.
¿Se trata de un capricho del presidente con la pretensión de afianzar su popularidad?, pues en parte si, pero lleva otro mensaje de mayor peso.
No importa lo que haya en el fondo de tu corazón, no votar es igual a callarte y dejar que las cosas pasen. botarlo, botarlo, botarlo, botarlo, botarlo, botarlo, botarlo
En primer lugar, para que tenga efecto constitucionalmente, la revocación no la debió activar el presidente, si bien, fue una propuesta de campaña para sanar una desesperanza arraigada de promesas incumplidas después de una elección, si, es correcto, pero ahora el fin no es el mismo.
La indiferencia
Si no alcanza el porcentaje requerido, si las urnas permanecen vacías, en automático se convierte en derrota electoral para AMLO, tomando en consideración que no funcionó su campaña desde la misma Presidencia de la República y que no es cierto el desbordado respaldo social que afirma tener. Será un anticipo de su derrota electoral en las urnas en las elecciones del 2024.
En Segundo lugar, el fraude de la “ratificación de mandato”: no prosperará. AMLO y Morena lo saben. ¿Ante la apatía de la ciudadanía, cómo se podría alcanzar la cifra de votos, mayor al 40 por ciento del padrón? Muy fácil, van a ir a votar los acarreados.
Lo que se es cierto es que no yendo a votar, arrojará un resultado que solo afectará a la participación ciudadana, por lo tanto no se abrirán rutas para la intervención efectiva de la ciudadanía en las decisiones públicas futuras.
Si crees que tu opción es no votar, entonces generas condiciones para que la otra opción alcance este porcentaje.
Lo que sí debemos ver y atender, es la manipulación para desacreditar al Instituto Nacional Electoral (INE) el cual perderá toda credibilidad en futuras jornadas electorales, este el principal objetivo, el cual, ha sido asunto permanente del gobierno federal, desmoralizar al INE.
Debemos tener presente, que sabemos en qué, acabará este ejercicio de voto: en un triunfo de Andrés Manuel, (por que muchos no irán a votar para botarlo) entonces, no tendrá un resultado vinculante para que se vaya, pero sí suficientes votos que le permitan presumir su popularidad, y darle alas para aumentar su control político, sus caprichos, sus odios para quienes no le apoyan, su ya vista facilidad para violar leyes y la propia Constitución federal. Así, muchos elegirán no ir a votar: “para qué, si hace lo que quiere el presidente”.
El otro escenario, irán a votar los que cuentan con el (indebido, pero real) agradecimiento al presidente por los dineros que como limosnas, da a millones de personas, con diferentes programas “sociales”, y temen perderlos.
Debemos de dejar de quejarnos en la redes sociales, se debería caer estrepitosamente la popularidad del presidente, que se haya creado un enorme, muy grande malestar, enojo, furia popular, para que realmente muchos, suficientes millones de ciudadanos vayan a votar por revocarle el cargo al ejecutivo federal.
Como ciudadanía, debemos atiborar las urnas para que AMLO sepa el sentir real de la gente que trabaja y paga impuestos, y no sólo se entere de los aplausos de los bots en mensajitos, de aquellos que reciben su compensación por defender lo indefendible.
Crecerá la preocupación de colaboradores cercanos que han suscrito la ilegalidad y que han olvidado que su responsabilidad era con México y no con el mandatario.
Y si en todo esto me equivoco, la certeza de que usted no habría reconocido una revocación, y que, de reconocerla, usted elegiría darle fuerza y empuje al INE, me dejan la conciencia tranquila.
Este no es un «proceso de revocación«, es una trampa para ingenuos, una distracción boba y bastante cara. El salir a votar por que se vaya, no servirá de nada, la Constitución lo obliga a cumplir su mandato, es cierto.
Pero también, es un arma que podemos usar, como ciudadanía, para demostrar en las urnas que queremos que se vaya. Así, el único que pierde más credibilidad es él y no todos nosotros, ya que a diario afirma que está reinando el bienestar, y que todo está bien. Votemos, por la factibilidad del INE y todos los ciudadanos que no estamos de acuerdo en cómo lleva el País.
La Carreta por Eréndira Córdoba
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