25 Mitos que giran alrededor de la sexualidad
El desconocimiento de la sexualidad genera inseguridad en las personas lo que lleva a buscar respuestas en una especie de guion donde abundan las falsas creencias en torno al sexo.
“¿Es normal esto que me pasa?”, “¿Lo estoy haciendo bien?”, “¿Cómo puedo hacerlo mejor?” Son algunas de las preguntas que surgen entre las personas cuando piensan en sexo que sólo dejan en evidencia que a pesar de estar finalizando el año 2021, la sexualidad sigue siendo un tema del que mucho se habla pero que carece de información adecuada, lo que produce que se generen mitos alrededor del tema.
Lo cierto es que estos grandes interrogantes tienen sus propios patrocinadores sociales: la necesidad de sentirnos “normales” se alimenta de la falta de información adecuada que tenemos sobre la sexualidad. Buscamos una voz autorizada que nos diga que esto que nos pasa es normal, que no somos un “bicho raro”, que no estamos fallados.
El desconocimiento nos genera inseguridad así como también nos puede generar un desorden o malestar tal que impacta en nuestra calidad de vida. Es tan grande el silencio así como el agujero de información científica y acertada, que vamos buscando respuestas en lo que tenemos más a mano: el grupo de pares, la pornografía, lo que leemos en redes y revistas. Pero muchas veces en estos espacios encontramos más dudas, nos sentimos más solos, más exigidos y quizá inadecuados.
«¿Es normal esto que me pasa?” “¿lo estoy haciendo bien” “¿cómo puedo hacerlo mejor?
El otro gran interrogante, el de hacerlo bien, nos habla de una sociedad que pone el foco en el resultado y en el rendimiento, lo cual muchas veces convierte la cama en una mesa de examen. Y a nadie le gusta rendir un examen. Queremos hacerlo bien y creemos que para eso hay una fórmula infalible. Por eso buscamos ese guion que nos diga cómo debemos comportarnos ante una situación sexual. Y por lo general este guión se traduce en cifras: cuántas veces, cuánto tiempo, cuánto debe medir, hasta cuándo, entre otros. Como si nuestra capacidad de disfrute se midiera en números.
Tanto la falta de información como la exigencia en el rendimiento son dos grandes pilares desde donde se construyen y sostienen la inmensa cantidad de mitos y falsas creencias que giran alrededor de la sexualidad y que tanto malestar y malos entendidos trae aparejado.
Los 25 mitos que alimentan la inseguridad y la desinformación
-Que los hombres siempre tienen que querer.
-Que las parejas deben tener sexo tres veces por semana.
-Que es la otra persona (por lo general masculina) la encargada de dar el orgasmo.
-Que si no hay penetración no hubo encuentro sexual.
-Que a mayor tamaño del pene mayor placer.
-Que la mujer tiene menos predisposición sexual que el hombre.
-Que la menopausia es el fin del deseo.
-Que no tener deseo sexual está mal.
-Que si no hubo orgasmo algo falló.
«Que el orgasmo se debe dar durante la penetración», uno de los tantos mitos
-Que el orgasmo debe llegar en un momento determinado: si tienes pene mejor que te demores y si tienes vagina mejor que te apures.
-Que el orgasmo debe darse en simultáneo.
-Que los hombres son los dominantes y las mujeres deben dejarse llevar.
-Que a los hombres hay que atenderlos sino se van.
-Que la mujer debe empapar la cama.
-Que las personas mayores no tienen sexo.
-Que si no tiene erección es porque no hay deseo o porque no le gusto esa persona.
-Que menstruando no hay riesgo de embarazo.
Que el orgasmo debe llegar en un momento determinado y debe ser en simultáneo
-Que retirar el pene para eyacular fuera de la vagina tampoco tiene riesgo de embarazo.
-Que la primera vez duele y sangra.
-Que existe la virginidad y que hay un momento determinado para perderla.
-Que el apogeo sexual es en la juventud.
-Que el deseo es espontáneo.
-Que es normal que duela.
-Que el coito debe durar un tiempo específico, por lo general el mayor tiempo posible, para considerarse exitoso.
Estas falsas creencias responden a un modelo, a un guión social sexual de lo que “es”, o nos dicen que es, nuestra sexualidad. Se traduce en un patrón guionado sobre cómo mantener nuestros encuentros sexuales, que marca un camino, una norma.
Nos da a entender que es para todas las personas igual y que si salimos de eso algo anda mal. Al no poder cumplir con este guion las personas nos sentimos falladas, y cargamos en silencio con culpa y malestar. De alguna manera nos enseñan a buscar modelos y referentes fuera de nosotros mismos, en lugar de brindarnos las herramientas y la información para poder hacernos las preguntas adecuadas y comenzar a conocernos.
Cuanto más fomentemos un guion sexual para todos, más nos alejamos de comprender la sexualidad desde la individualidad, con la variabilidad y pluralidad que ésta implica. Porque difícilmente existan dos personas que se sientan igual, que deseen igual.
La norma no existe, lo normal no existe. Sí existen respuestas fisiológicas esperables y naturales y para eso es importante poder acercar a las personas la información adecuada. La sexualidad “real”, o lo que se podría denominar como la “nueva normalidad”, es una sexualidad variable y diversa para cada persona. Incluso diferente para cada persona en cada situación y contexto. Lo importante es conocernos, ser responsables y empáticos y animarnos a vivir de manera auténtica. Con menos drama y más disfrute.
*Cecilia Ce es psicóloga, sexóloga y autora de los libros Sexo ATR y Carnaval toda la vida (editorial Planeta). En Instagram: @lic.ceciliace Infobae