¿Nos acostumbramos al COVID-19? Hacemos la Lucha

 

¿Nos acostumbramos al COVID-19?, Hacemos la Lucha, por Bibiana.

Me acuerdo que hace un año, aproximadamente, los medios de comunicación y la publicidad que aconsejaba a la ciudadanía a seguir los protocolos contra el Covid-19 mencionaban la dichosa “nueva normalidad” y yo me sentía bastante confundida porque pensaba que nada de eso era normal, no salir no era normal, no ver a mis amigos, no ir a la escuela, no salir sin cubrebocas, etc. Y ahora ya es más normal que nada. La vida con Covid se normalizó.

Creo que es más que obvio que el centro de atención del año pasado era el Coronavirus y todo lo que el dichoso virus implicaba, las lamentables muertes, las nuevas reglas de convivencia, la vestimenta misma. acostumbramos, acostumbramos , acostumbramos, acostumbramos, acostumbramos 

Pues bien, ya vamos a cumplir 2 años con este virus en nuestras vidas. ¿Qué hemos hecho en estos 2 años? Personalmente, creo que ya pasé por todas las etapas posibles: la negación (en donde no aceptaba nada de lo que pasaba y quería la vida de antes de vuelta), la frustración (en donde te dan esos bajones emocionales, sin ánimos de seguir con la vida virtual), La “me da igual” (cuando dejas de pensar en lo que pasa afuera y te encierras en tu propio mundo) Y la de ahorita “La comodidad”. Ahora, es mucho más cómodo para mí que puedo despertarme 5 minutos antes de mi clase y sólo estar a un ‘click’ para conectarme y decir presente.

También es mucho más cómodo el no salir, igual es más cómodo hablar con alguien por mensajes, incluso es más cómodo el no tener que trasladarme a ningún lado, ni la escuela, ni algún taller, ni ninguna convivencia, ya que todas pueden ser virtuales… Y aquí vamos con ¡La nueva normalidad! Que sí terminó siendo normal, y más cómoda que normal, diría yo. Así como una zona de confort.

Hace unas semanas en mi universidad nos mandaron un comunicado diciendo que desde este mes ya vamos a ir de forma “semi presencial” a clases. Una decisión muy drástica con muy poco tiempo para pensarlo. Sin embargo, yo sí sigo extrañando la vida de antes, pese a las comodidades de la nueva. Así que acepté. Ignorando lo que eso implica. Pero el asunto es, que mis amigos ‘virtuales’ (ya que nunca he ido a clases presenciales a la universidad) decidieron no ir, que porque por horarios, por dinero, por situaciones personales, les conviene más tomar lo que resta de clases de manera virtual.

Considero que el regreso a clases voluntario es una decisión muy personal, puesto que implican muchas cosas, y quizá a algunos ya no les gustó la idea de volver, o quizá otros tienen problemas, o tal vez simplemente ya no se tiene el interés de volver a ver gente. Y es válido. También, debemos recordar que hay estudiantes foráneos que no pueden tomar decisiones tan rápidas o a la ligera, y que hay muchos gastos que para todos implica el volver a la vida “normal”.

Digo que “nos acostumbramos al Covid” por todo lo anteriormente dicho, pero ¿Qué pasa con esa gente que es la excepción? Que, en realidad, nunca se pudo adaptar y que cada día le sigue costando tanto como el primero.

Sí creo que el regreso paulatino nos va a costar, así cómo nos costó el encierro en primer lugar. Volver a adaptarse y volver a las rutinas de antes. Es acostumbrarnos a pararnos desde temprano para llegar a tiempo, es acostumbrarnos a ver tanta gente, es revivir a la vida sin covid-19.

Espero que en esta etapa de prueba podamos todos ser consientes de lo que esto implica. Debemos seguir cuidándonos porque sigue habiendo riesgo, seguir usando cubrebocas, gel, no recurrir a lugares con aglomeraciones y demás, todo lo ya ‘aprendido’ en estos casi dos años.

 

Hacemos la lucha / Por: Bibiana.

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