¿Un “Bloque Negro” en la UAQ?
¿Un “Bloque Negro” en la UAQ?, Por Andrés González Arias.
Día 21.
Este fin de semana – y desde ayer en la tarde – comenzó para la Universidad Autónoma de Querétaro la etapa crítica para las partes de este paro estudiantil, cuando “más del setenta por ciento (cifra estimada) de los 33 mil 500 estudiantes que la integran, han externado su deseo de volver a clases y en forma muy especial, los estudiantes de posgrado”.
Y en medio de este aletargamiento, se vuelve a reiterar por parte de rectoría el ofrecimiento de “ningún tipo de represión”, trátese de quien se trate, “porque en su esencia, se trata de un movimiento (estudiantil) bellísimo y que merece no solamente atención, sino comenzar a dar pasos en firme a las justas exigencias de las y los jóvenes de nuestra Universidad”. Bloque Negro, Bloque Negro, Bloque Negro, Bloque Negro, Bloque Negro, Bloque Negro, Bloque Negro
Pero en la prolongación de este conflicto, vienen a manifestarse un hecho que, sin mayores pruebas, flota en el ambiente universitario y que inunda las redes sociales: “Si hay agentes externos metidos en este conflicto, que en esencia debería ser solo de las y los estudiantes de la Universidad”.
La rectora Teresa García Gasca escucha con mucha atención las preguntas que se le hacen, pero es más notorio el lenguaje cuidadoso y preciso en lo que responde.
Y aparece por primera vez en estas conferencias, el término del “Bloque Negro”, señalando su existencia real, “pero sin mayores pruebas” que lo evidencien. “No sabemos, yo no lo sé, quiénes pueden constituirlo”.
Y no abunda en este tema.
Ella no lo dice– por la cautela que ha demostrado en el hablar, por la decencia en cómo se ha conducido – pero conforme se alarga el paro, las redes sociales le ponen nombre y apellido a quiénes, dentro y fuera de la UAQ, son señalados como quiénes “mecen la cuna” de este conflicto, en la que reposa la no tan buena intención de la parte más radical de quienes integran este grupo.
Y apuntan – esas redes sociales – en que ahí se encuentra la mano indirecta del Dr. Gilberto Herrera a través de “sus operadores”.
Esas mismas redes señalan al estudiante Simón Herrera – hijo de Gilberto – como la fuente de donde nace la estrategia mayor para apoyar el movimiento, con abiertas intenciones de dañar a la UAQ.
Según estas mismas redes, “desde ahí se planeó el derribar la estatua de Fernando Díaz Ramírez, junto a Jesús Hernández y su grupo. Son ellos quienes con sus actos buscan destruir, desestabilizar y desgastar la administración de la rectora Teresa García Gasca, sin darse cuenta que la UAQ no es propiedad de su estructura política”. Cita textual. Este es un texto demoledor que circula profusamente en redes sociales.
¿Son ellos – pregunto – los que forman el llamado “Bloque Negro”, metido con los estudiantes radicales que atizan este grupo?
En esta conferencia de prensa y cuando el contacto entre rectoría y el grupo de jóvenes que se han manifestado en este paro – y que no superan los 35 – se ha reanudado. La maestra Teresa García Gasca estuvo acompañada por el Dr. Bernardo Romero, coordinador de Derechos Humanos de la UAQ.
Con todo esto, se espera que este lunes se reanuden las mesas de dialogo, cuando este mismo jueves a eso de las seis y media de la tarde, las partes intercambiaron pareceres.
Por este retraso en el dialogo y la no reanudación de las mesas de trabajo, “es que estamos afectando muchas cosas dentro de nuestra Universidad, no porque la violencia de género sea menos importante, que de hecho es la más importante, sino porque la reanudación de clases y la entrega de quejas, tienen que entregarse ya, a la brevedad. No más allá de hoy viernes. No podemos seguir esperando, porque necesitamos echar a andar todo el proceso para que la Universidad siga adelante”.
Y la rectora insiste:
“Este paro, que de por si es importante, ya en este momento está afectando a mucha más gente más allá de la propia institución. Los chicos de posgrado, sí o sí, tienen que terminar este semestre, porque de eso dependen sus becas. Y si en enero no entregan sus calificaciones, no tendrían becas el próximo semestre. Entonces, ¿Cómo seguirían muchos de ellos sus estudios de posgrado? Con esto, se está perdiendo dinero y podríamos estar regresando dinero a las instituciones que de manera externa nos financian. Y esto porque hay tiempos límites y que tenemos que cumplir”.
Todo esto se dice de frente en estas conferencias…todo esto inunda ya las redes sociales.
Lo cierto es que “la Universidad no debe paralizarse. Y si, la UAQ tiene ya un plan para poder actuar en función de las personas que ellos han señalado, pero necesitamos que nos muestren las pruebas, porque no solamente podemos hablar de dichos, sino porque también ellos tienen derecho a un debido proceso. Y desde luego a que se les escuche”.
Todo esto y más, está generando el conflicto de la Universidad Autónoma de Querétaro.
“Ya y por todas estas razones, necesitamos regresar a clases”.
Andrés González Arias
Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.
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