Salud

¿Sabías que mientras duermes puedes bajar de peso?

Baja de peso mientras duermes

Mientras duermes, tu organismo continúa trabajando, a veces con la misma intensidad que cuando estás despierto.

Mientras duermes, se regeneran los músculos, se fortalecen las defensas, la vista descansa y se recupera capacidad visual, la piel se pone más bella por el cambio en la circulación, y la información que almacenamos durante el día se procesa y archiva.

El sistema digestivo y el metabolismo también cumplen funciones mientras duermes. Por eso, aunque bajar de peso mientras duermes pueda parecer descabellado, lo cierto es que hay algunas costumbres que puedes adoptar para facilitar a tu cuerpo la tarea de quemar grasas, y ayudarlo a hacerlo durante la noche. A continuación, podrás conocer 10 de ellas.

  1. Come carbohidratos sólo al mediodía

Los hidratos de carbono son todo un debate a la hora de bajar de peso. Quizás pienses que debes reducirlos todo lo posible, o tal vez hayas escuchado que no deben comerse por la noche. Esa última afirmación es cierta: si comes carbohidratos por la noche, no vas a quemarlos a esa hora, así que, mientras duermes, se convertirán en grasas.

  1. ¡Come aguacate en la cena!

La palta es deliciosa, tiene muchísimos beneficios y, aunque no lo creas, ¡puede ayudarte a bajar de peso por la noche también!

Este consejo tiene una explicación: el aguacate tiene triptófanos, al igual que el plátano, la ciruela y la piña. Este aminoácido esencial favorece un sueño profundo y la producción de proteínas y serotonina, por eso son aconsejados para que quienes buscan bajar de peso los coman por la noche. También podrías incorporar alguna de esas tres frutas como postre.

Los triptófanos están presentes también en la proteína animal, pero éstas son las mejores fuentes vegetales para encontrarla.

  1. Baja la temperatura de la habitación

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Diabetes, dormir en una habitación fría activa la “grasa marrón” en el cuerpo de los adultos. Eso significa que, de esa manera, se puede perder peso a un ritmo mayor que a altas temperaturas.

La grasa marrón es un tipo de tejido que es muy abundante en los recién nacidos y tiene como objetivo la producción de calor, pero que algunos adultos siguen teniendo en cantidades innecesarias.

Sin embargo, debes tener cuidado: la temperatura ideal para dormir es de entre 15 y 18ºC. Si usas una temperatura más baja, dormirás menos profundamente y eso perjudicará el metabolismo nocturno.

  1. Cena liviano

Según la mayoría de los nutricionistas la cena debe aportar entre el 15 y el 25% de las calorías diarias. De esa manera, no tendrás hambre (lo que afectaría el sueño y en consecuencia el metabolismo nocturno), pero tampoco consumirás cantidades de nutrientes que no puedas procesar en el momento y que por eso se convertirían en grasas.

  1. Cena más temprano

El mayor problema de comer tarde es que esas calorías ya no sirven para ser gastadas ese día, por eso su consumo no tiene mucho sentido. Menos aun cuando consumes en la cena alrededor de la mitad de las calorías que ingieres en todo el día, algo que le sucede a muchas personas, sobre todo en países en los que la cena es la comida que se realiza en el hogar luego del trabajo y a la que se le da más importancia.

Lo ideal sería no comer nada tres horas enteras antes de irse a la cama.

  1. Toma un té antes de ir a la cama

Las infusiones calientes ayudan a relajarse y conciliar más rápidamente un sueño profundo y reparador. Sin embargo, no debería ser un té común, ya que contiene teína, que te hará sentir más despierto y producirá el efecto contrario.

El ideal es el té verde, que no tiene ese componente, te dejará dormir tranquilo y además es conocido porque se cree que tiene propiedades adelgazantes.

  1. Apaga la luz

Un estudio publicado en el ‘American Journal of Epidemiology’ sostiene que las personas duermen en habitaciones oscuras tienen un 21% menos posibilidades de ser obesas que quienes descansan en habitaciones en las que entra luz.

Suena extraño, pero, ¿qué pierdes con intentarlo?

  1. Condimenta con picantes

Los alimentos picantes estimulan el metabolismo, es decir que hacen que los alimentos se procesen mejor y quemes grasas, incluso cuando estás durmiendo. ¡Anímate a sazonar con picante las comidas!

  1. Consume más cítricos

Al igual que el picante, los cítricos favorecen la quema de grasas. Consume más jugos y cítricos enteros durante el día, ¡y quema grasas durante el descanso!

  1. Apaga la tele

Las personas que comen distraídas, no sólo viendo la tele, también leyendo, navegando por Internet, jugando a la videoconsola, o en el puesto de trabajo, no sólo comen más sin casi darse cuenta, comen hasta más tarde. Al estar distraídos no sólo ingerimos más calorías, además somos menos conscientes del tipo de alimentos que nos llevamos a la boca, lo que, a la larga, hace que nuestra dieta sea peor, pues ni siquiera sabemos en qué consiste.

  1. Toma una ducha caliente

Más allá de que este hábito es de lo más relajante y placentero, la idea de darte una ducha caliente antes de meterte en la cama se recomienda para conseguir una temperatura corporal ideal que nos ayude a conciliar el sueño. Según un estudio realizado en 1985, las personas que se daban un baño caliente antes de acostarse no sólo se quedaban dormidas más rápidamente, sino que además aseguraban disfrutar de un sueño de mayor calidad.

  1. Haz el amor

El cansancio hace que disminuya la frecuencia con la que practicamos sexo y esto, lo creas o no, puede influir también en nuestro peso. Un nuevo estudio publicado en ‘The Journal of Sexual Medicine’ muestra que el deseo sexual aumenta cuando duermes lo suficiente. Y cuanto más hacemos el amor mejor dormimos. Por si esto fuera poco, copular adelgaza. Es el combo perfecto.

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