Fortalece la comunicación con tu pareja.
Las relaciones con tu pareja no siempre son sencillas. La convivencia, el estrés y las cargas profesionales y familiares pueden desgastar la fortaleza de una relación. Aprender a comunicarse de forma sana es fundamental para la salud de una pareja. Así se puede conseguir.
1. Cuidar el momento. Las dos partes de la pareja se tienen que sentir a gusto y tranquilos para poder explicarse sin presiones. Cada uno tiene que expresarse a su ritmo. Lo mejor es abordar el problema y solucionarlo en una conversación. Sin embargo, si alguna de las dos partes no está preparada puede plantearse conjuntamente posponer la conversación.
2. No dar las cosas por supuestas. La pareja no tiene por qué saber lo que nos pasa en cada momento. Si queremos que sepa que algo nos ha molestado, que estamos preocupados o que no estamos a gusto tenemos que decirlo claramente. Es importante hacer un esfuerzo por contar las cosas para que la otra persona las entienda.
3. Escuchar a la otra persona. Es importante escuchar a la pareja de forma activa para comprender y entender todo lo que nos tiene que contar. Esto no solo hay que hacerlo cuando hay un problema sino en cualquier conversación y situación. Esto crea un
vínculo muy fuerte y sano en la pareja.
4. Tiempo para hablar de la relación. No hay que esperar a que haya un problema. Lo más positivo es hablar de forma natural de cómo evoluciona la relación, cuáles son las expectativas y cuál es el mejor camino a tomar para el futuro. De esta manera la pareja aprende a conocerse en todos los sentidos y se evitan malentendidos y falsas expectativas.
5. Presentar atención a los silencios. Cuando no se habla se dice mucho. Los silencios pueden tener un significado mucho más importante que una palabra. Por lo tanto hay que
valorar y entender tanto los silencios de la otra persona como los de uno mismo. Un problema no deja de existir por callarlo.
6. Empatía. Una persona tiene que ser capaz de ponerse en la piel de su pareja para poder entender qué es lo que le preocupa y por qué. Entender cómo funciona la pareja es importante para poder comprenderla y apoyarla.
7. Atender antes las cosas importantes. Hay que priorizar y darle a las cosas y a las discusiones el valor real que tienen. Muchas veces se discute por cosas sin importancia. Hay que aprender a tomar distancia y valorar si realmente merece la pena discutir por un tema concreto.
8. Reflexiones internas. Antes de lanzarse a una discusión es recomendable tomarse el tiempo para analizar el problema de forma personal y determinar si hay un problema real. Muchas veces el problema lo tiene uno mismo y la solución también se encuentra en nuestras propias manos.
9. Comunicación permanente. La comunicación de una pareja no se debe limitar al momento de la cena, cuando se vuelve del trabajo. Para una pareja puede ser muy positivo mantenerse en contacto durante el día e intercambiar mensajes, llamadas, mails e incluso visitas sorpresa e inesperadas al trabajo.
10. Las cosas no cambian solas. Comunicarse de forma efectiva y sana no siempre es sencillo y ambas partes tienen que poner de su parte y esforzarse para solucionar un problema. Aquí no vale la pereza. Si se quiere conseguir un objetivo hay que trabajar en el como pareja.
María Rosa Ferrero foto agencias